EL MOLE
Platillo cumbre de la gastronomía mexicana
La mundialmente celebrada salsa que puede contener más de 30 elementos y requiere de una minuciosa preparación que puede tomar incluso semanas es sin lugar a dudas la obra máxima de la cocina mexicana y nos cuenta la historia de México a través de cada uno de sus ingredientes. A pesar de ser un plato criollo, que nace en la época del virreinato, su origen y su nombre mismo se remontan a tiempos precolombinos. La palabra “mole”, proviene de “mulli”, que en náhuatl, la antigua lengua de los pueblos del centro de México, quiere decir salsa o mezcla; las crónicas del México antiguo relatan que los aztecas combinaban distintos tipos de chile con tomates, cacao y especias. La variedad de moles es tan vasta que se necesita toda una vida para recorrerlos en su totalidad. A continuación te presentamos algunas de las más famosas, y otras mucho menos conocidas que seguro querrás probar, ¡Sigue leyendo y déjate sorprender!

Mole Poblano
El mole original, y el más famoso de todos, creado por las monjas del convento de Santa Clara en el siglo XVII. Los ingredientes principales de este mole de tono rojizo son chocolate amargo, almendras, así como varios tipos de chiles, especias y ajonjolí. La receta tradicional se sirve con guajolote y es el platillo de celebración por excelencia.

Mole Negro de Oaxaca
El más famoso de los siete tipos de mole del estado de Oaxaca, y es la variedad que tiene mayor cantidad de ingredientes, en total 34, entre los que se encuentran hoja de aguacate, chile chilhcuacle negro y chocolate, que le confieren su característica tonalidad oscura, además de azúcar morena, que hace su sabor más dulce que las variedades rojas. El mole negro es el platillo tradicional de día de muertos, aunque es tan popular que se puede disfrutar durante todo el año.

Mole Blanco de Novia
Este elegante y delicado platillo originario del estado de Puebla, y como su nombre lo indica, se creó para servirse en bodas. Los ingredientes principales son de color claro: almendras peladas, piñones blancos, cacahuates, plátano macho, chile güero y pasas rubias. Varios de los ingredientes del mole blanco son costosos, por lo que es un platillo reservado para las ocasiones más especiales.

Mole Verde
También conocido como pipián, el mole verde es todo un clásico de la gastronomía mexicana. El mole verde es otro de los moles originarios de Oaxaca, aunque hay otras variedades en estados como Puebla, Guerrero y Morelos. Su ingrediente principal es la pepita de calabaza, y otros ingredientes de color verde, como chiles y tomates verdes o miltomates y hierbas aromáticas, entre las cuales la hoja santa es la que le confiere su característico sabor.

Mole Rosa
Una de las interpretaciones más exóticas y sorprendentes, el mole rosa es uno de los secretos mejor guardados del estado de Guerrero. El mole rosa se origina en el Pueblo Mágico de Taxco, y es un homenaje a la bellísima parroquia de Santa Prisca, construida en cantera rosa y uno de los máximos exponentes de la arquitectura barroca novohispana. El mole rosa se elabora con ingredientes de la región, como nuez pecana, piñón rosa, chile chipotle en adobo, especias, betabel, que le da su singular color, y pétalos de rosa para decorar.