EL BORDADO OAXAQUEÑO
Memorias de México plasmadas en arte textil
De todos los estados que conforman México, Oaxaca es uno de los más diversos. Sus ocho regiones albergan reservas naturales de increíble belleza, fauna, flora, vestigios arqueológicos, señoriales ciudades coloniales, encantadores pueblos mágicos, una de las más variadas gastronomías de todo el país, y por supuesto su extraordinario arte textil. La tradición del bordado se remonta a épocas precolombinas, en las que se trabajaba con espinas de maguey o agave, y a través de los siglos ha ido evolucionando a una inmensa variedad de estilos y técnicas a mano o a máquina de pedal, en las que sus creadoras representan su historia, tradiciones, sueños y amor por su tierra.
El arte textil es memoria viva de México y un componente fundamental para la economía de las comunidades indígenas tanto de Oaxaca como de otros estados. Cuando adquieras una de estas hermosas prendas, recuerda que estás adquiriendo una pieza única, elaborada por manos que han heredado esta sabiduría a través de muchas generaciones, así que procura pagar un precio justo por ella, ya que además de la maestría técnica, el proceso de bordado puede tomar semanas e incluso meses.

Jalapa de Díaz
Jalapa de Díaz se encuentra en la región del Papaloapan, donde los pueblos chinamecos y mazatecos conservan una arraigada tradición de elaboración de textiles en telar de cintura y bordados sobre algodón y rayón. El bordado tradicional de Jalapa de Díaz se realiza a mano en hilo de algodón sobre una base de tela de rayón, que por tradición se negro, aunque hoy en día se pueden encontrar en una gran variedad de colores, y sus diseños están basados en flores, aves y hojas de gran tamaño, que representan la iconografía y cosmogonía de estos pueblos.

Santa María Alotepec
La comunidad de Santa María Alotepec se encuentra en la Sierra Norte de Oaxaca y está habitada por el pueblo mixe. El bordado tradicional de esta región se realiza sobre manta de algodón en máquina de pedal. Los artesanos mixes realizan camisas para caballero y blusas o huipiles para dama, cuyos bordados retratan las historias cotidianas de sus creadores, que nos cuentan su vida diaria a través de veredas, flores, caminos y espinas.

San Antonino
El municipio de San Antonino se encuentra en el Valle Central, muy cerca de la capital del estado, y es cuna de uno de las más celebradas de México. La técnica de bordado de San Antonino se realiza a mano con hilo de seda sobre manta de algodón que plasma mariposas, colibríes, rosas, jazmines, azucenas, que pueden ser multicolor o de un solo tono, el “házme si puedes”, una laboriosa técnica que bordado que representa niños y que requiere de gran maestría y destreza.
Istmo de Tehuantepec Los bellísimos huipiles que se hicieron mundialmente famosos gracias a la legendaria pintora mexicana Frida Kahlo son una manifestación artística de la etnia zapoteca. En el huipil tehuano existen dos técnicas principales de bordado que pueden ir juntas o por separado. El bordado de cadenilla, con el que se forman figuras geométricas, flores y magueyes sobre algodón, lino o satín. Por tradición, los colores de este tipo de indumentaria son rojo, amarillo y negro, aunque hoy en día las artesanas realizan hermosos diseños en una gran variedad de colores para todos los gustos. Las flores tehuanas constituyen una de las creaciones más sublimes del bordado mexicano, en la que los diseños se bordan a mano sobre satín o terciopelo color negro vino, donde cada flor es única y bordar cada prenda puede tomar semanas o meses.