Delicias prehispánicas de México

Algunos de los platillos más sorprendentes que jamás conocerás

Las tradiciones gastronómicas del México antiguo nos han heredado costumbres y platillos exóticos y únicos en el mundo, algunos de ellos reservados para los paladares más intrépidos ¡Te invitamos a conocerlos!

Huitlacoche 

El huitlacoche es un hongo parasitario que crece en los granos de maíz durante la temporada de lluvias. En el resto del mundo se le extermina, pero a los mexicanos nos encanta por su sabor delicado y su versatilidad en la cocina, al punto que no sentimos pudor alguno al considerarlo la trufa mexicana. El huitlacoche es rico en aminoácidos, antioxidantes y ácidos grasos esenciales, que lo convierten en un alimento muy nutritivo, además de ser bajo en calorías y alto en fibra. Hay muchas recetas y formas de cocinar esta delicia, como sopas, salsas, cremas, y guisados para rellenar carnes y aves. 

Gusanos de maguey

Considerados un verdadero manjar desde la época del imperio azteca, los gusanos de maguey son orugas de una especie de mariposa que crecen en las pencas y raíces del maguey entre los meses de julio y septiembre. Cada planta alberga tres o cuatro gusanos, y después de ser removidos, ésta no vuelve a producir más, es por esto que se han vuelto un producto raro y cada vez más costoso. Los gusanos de maguey rojos se utilizan para colocarse dentro de las botellas de mezcal o elaborar sal de gusano, mientras que los de color blanco, de sabor más sutil, se fríen en aceite o manteca de cerdo con ajo y chile y se comen en tacos acompañados de guacamole.

Pulque

La bebida sagrada del México antiguo, cuyo consumo se reservaba a los reyes, ancianos, sacerdotes y guerreros. El pulque es resultado de la fermentación del mucílago del maguey, una sustancia dulce y viscosa a la que también se le llama aguamiel. La producción de pulque es totalmente artesanal, y su alta fermentación impide su envasado, por lo que solo es posible obtenerlo de manos de sus productores en la región que abarca la Ciudad de México y los estados de México, Morelos, Tlaxcala y Michoacán. El pulque es una bebida embriagante que puede tomarse sola o en curados con distintas frutas; en años recientes se le ha revalorizado por su valor nutricional, que incluye una elevada presencia de probióticos y alto contenido de proteína y vitaminas. 

Chapulines

¿Sueñas con encontrar una botana deliciosa, nutritiva y saludable? Los tradicionales chapulines cumplen con todos estos requisitos. Una vez que te despojas de prejuicios y te atreves a probarlos, no los podrás dejar. Los chapulines son muy populares en el centro y sureste de México. Después de recolectarse e higienizarse se tuestan con chile en polvo y limón, lo que les da una consistencia crujiente y un sabor ácido y picante, con notas ahumadas y un ligero gusto similar al camarón. Los chapulines son un alimento más alto en proteína que la carne, bajo en grasa y rico en vitamina B, y se pueden encontrar en mercados tradicionales de ciudades como Oaxaca, Cuernavaca y Tepoztlán, y se consumen en tacos, quesadillas, mezclados con guacamole, solos e incluso convertidos en un ingrediente exótico en reinterpretaciones muy mexicanas de platillos internacionales como pizzas.

Escamoles 

Los escamoles son los huevecillos de la hormiga liometopum apiculatum, que se recolectan durante los meses de marzo y abril. Los escamoles son un producto raro por varias razones; lograr una producción suficiente para su venta requiere dejar pasar alrededor de cinco años. Por otro lado, este manjar llegó a sobreexplotarse al punto de poner a la especie en peligro de extinción, no obstante, hoy en día se han implementado medidas para preservarlo. Los recolectores deben protegerse de mordeduras y asegurarse de no dañar los nidos. Los escamoles poseen un sabor sutil, por lo que es mejor prepararlos con pocos ingredientes, lo más común es saltearlos con manteca o mantequilla, cebolla y hierbas de aromáticas.

Caldo de Piedra

Los orígenes de este platillo tradicional de la gastronomía indígena oaxaqueña se pierden en el tiempo. Sabemos que el caldo de piedra se ha cocinado desde épocas remotas para honrar a las mujeres, niños y ancianos. Sus ingredientes son relativamente usuales: ajo, cebolla, chile, tomate, hierbas aromáticas y trozos de pescado y mariscos. La singularidad de este caldo yace en su método de preparación, que consiste en calentar al rojo vivo piedras de río y sumergirlas en agua, a la que antes se le agregaron las verduras y hierbas, hasta llevarla al punto de ebullición, una técnica que nos recuerda al baño de temazcal. Una vez que el caldo suelta sus vapores, se colocan el pescado y los mariscos para que se cocinen. 

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